Las corrientes de alisios del norte calientan las bahías poco profundas por encima de los 26 °C, creando condiciones ideales para la cría de medusas. El pico de densidad suele alcanzarse entre mediados de diciembre y principios de marzo, y disminuye cuando vuelven los vientos del sudeste. Las picaduras fuera de temporada son extremadamente raras, pero las cuadrillas siguen llevando vinagre todo el año.